lunes, 8 de octubre de 2007

DESPUÉS DE LA BODA


Qué bien lo pasé en la boda de Pepa. Con las pocas ganas que tenía de ir, que estaba reventada de la semana y no podía con el cuerpo.
Hacía mucho tiempo que no me reía tanto, durante tanto rato y con tantas ganas. Es maravilloso reirse.
Como estábamos tan cansados todos con el cambio a la jornada partida y con la semana tan larga y tan pesada, ya casi en la primera cerveza estábamos mareados. Las fotos no dejan ninguna duda.
Yo al final iba estupenda, incluso con botas, o al menos así me sentía.

Fui la fotógrafa oficial. Fotos y videos para la posteridad. Me dio por hacer un concurso de fotografía al beso más bonito, empezando por los novios. Y así con todos los invitados. Primero por las parejas. En plan cámara porno a veces “Oh, sí, así, sigue,…como me pones”.

Después la solteras se enfadaron y empecé en plan celestina pero de buen rollito, “¿a quién quieres besar, guapa? Se regalan besos. Elegid”. La gente un poco cortada. Yo rompí el hielo besando al único hippy que había en la boda. Y así algunas y algunos se animaron y otras se quedaron con las ganas, por imbéciles, entre ellas la Negra, que ni con las copas desató su libido, la linda.

Una de las chicas me eligió para darme el beso. Vale, de acuerdo. Yo no tengo ningún problema con esas cosas. Cuando terminamos de besarnos me di cuenta de dónde estaba. En una boda de un pueblo con mucha gente mayor y otras jóvenes pero con complejos y perjuicios. La foto es un primor¡ Una morena y una rubia comiéndose la boca con los asistentes embobados. El beso lésbico fue el escándalo de la noche.

Yo al principio me agobié porque pensé que eso me restaba puntos para ligar. Pero no¡ A los tios les pone eso de imaginarse en un trío, y me dio popularidad.

Gané un tanga negro que sorteó la charanga y me llevé la corbata del novio… Y me llevé una cogarza más escandalosa que el beso.

A la Vikinga y a su marido el más guapo le costaron llevarme a casa. “¡Yo no me quiero ir¡ ¡Yo no me quiero ir¡”. Y ellos arrastrándome. “Anda¡ Llama a la Flecha y queda con él”.
Me quedé dormida en el coche escribiéndole un mensaje a mi Fleha, que no sé ni lo que puse. Me desperté en la autopista cuando reventamos una rueda. Me fui a casa de los Coraje que aún andaban despiertos, y esperé a la Flecha que entró en mi casa 30 segundos detrás de mí.

Sé que follé. Me acuerdo. E intento, porque me encanta, acordarme de los detalles, que se me escapan y me dejan una sensación de polvo soñado que me jode una barbaridad.

Me desperté a las 8 de la tarde con el hueco de la flecha en el colchón y una desorientación espacio-temporal importante. No escuché ni teléfono móvil, ni fijo, ni timbre, ni nada de lo que pasó durante el día. Mi cuerpo llevaba muchas semanas sin descansar y me castigó con un sueño profundo y cruel.

La Flecha dice que me pasé de cariñosa, que estaba “entregá”, que me puse romántica y que lo agobié.
Joder¡ Con lo que cuido yo esas cosas¡ Ni siquiera me despertó, el pobre. Se asustó mucho. Pensaría que no le dejaría irse y que le propondría en matrimonio. Huyó. Y en su huida perdió, olvidó,…no sé, un billete de 50 euros al lado de mi cama que encontré ayer entre las sábanas.

No sé qué pensar. Sé que no follo mal, pero no me considero una profesional. ¿Sería para sentirse más a salvo?, Querría decirme: déjate de rollos, guapa, que esto es sólo sexo y si quieres te pago? Cualquier cosa podría ser. De todas formas preguntaré cómo está el mercado…que si voy de puta voy de puta, pero 50 euros me parece poco. ¿O no?

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué alegría que vuelva la fecha a tu blog¡
Pero qué mal rollo lo de los 50 euros, guapa¡

Anónimo dijo...

La de el dibujo eres tú con tu pantalón negro satén y la tira del tanga por fuera ya a altas horas de la madrugada.
El otro deja marcar la flecha. Es él?

Fátima García dijo...

Anda, déjate de historias, y coge los 50 euros, te compras...por ejemplo...unas zapatillas pa pasear, que ahora las tardes son preciosas. O pa sentarte en el banco del parque a tomar el sol...o a tomar el viento! ni ná ni ná.. :-)

Anónimo dijo...

Qué de besos en una noche¡
Hippy, morena y flecha. Un poquito promíscua, no guapa?

Anónimo dijo...

Promisqué...?

DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA.
PROMISCUO/UA:
1. adj. Mezclado confusa o indiferentemente.

2. adj. Que tiene dos sentidos o se puede usar igualmente de un modo o de otro, por ser ambos equivalentes.

3. adj. Se dice de la persona que mantiene relaciones sexuales con otras varias, así como de su comportamiento, modo de vida, etc.

Pues sí. Soy promíscua. En las 3 acepciones.

Anónimo dijo...

Pues sí, querida, realmente 50 euros es poco.
Ya sólo si le haces la felación tipo bicha, es poco. Y por un completo, mucho más.
¿Realmente estás segura de que follaste, Nina? ¿No sería otro sueño tuyo y los 50 euros se te cayeron del tanga después de tu exibición en la boda? Porque no has explicado cómo ganaste el tanga negro y la corbata del novio.
Si no es así y me equivoco, devuelve el dinero que eso de cobrar no va contigo. Y menos a La Flecha.

Unknown dijo...

DEVOLVERLO???????
Como lo devuelvas no leo más el blog.
Anda ya Sergio!

Anónimo dijo...

Dos opciones:
1.- si no devuelves el dinero seguirás viendo a la Flecha, que entenderá que es sólo sexo y podrás sacar algo de dinero extra, que en tu caso puede ser mucho. Tendrías que ir subiendo la tarifa para no hacer competencia desleal.

2.- si lo devuelves, la Flecha puede pensar que eres una tía legal, que lo quieres y que quieres casarte con él. Y te quedarás sin el dinero y sin Flecha.

Estoy con Fátima. No lo devuelvas. Más sexo y más dinero.

Anónimo dijo...

50 euros no es poco, esta bien.

Anónimo dijo...

50 euros es "un pollo" no un polvo.

Anónimo dijo...

No creo que te quedes con los 50, ni que penséis ninguno de los dos en casaros.
Lo que está claro es que si realmente alguien te pagase por un maravilloso polvo de esos que cuentas en tu blog, 50 euros no sólo me parece poco, es una miseria.
Las hay que se venden muy barato.

Anónimo dijo...

Encanto realmente venias preciosa de la boda, preciosa y entona, ebria como una cuba y guapa como una novia y quiza por aquello de venir de una ceremonia y su parafernalia... pues si, me propusiste matrimonio y fundar familia, a lo que yo tan borracho como tu conteste "..vale, pero las botas dejatelas puestas" (y ahi por fin tus botas de boda objeto de tantas dudas en los ultimos dias cumplieron fantasticamente su ultimo cometido),horas despues nos desmayamos y del billete no recuerdo nada...estaba enrollao?

Fátima García dijo...

jajajajajjaja
qué arte!

Anónimo dijo...

Eso lo explica todo...