QUÉ ES SANO?

Termino de comer. He comido muy bien. Y me entran unas ganas terribles de encender un cigarrillo. Llevo una semana sin fumar. Empecé porque no me encontraba bien. Había decidido dejarlo ya. Pero es que tengo muchas ganas. No debo. Será sólo un cigarro. No, no. Serán más porque luego esta tarde querrás otro. No, no. Uno sólo. Me sabrá genial y me sentiré feliz. Sí, sí, uno. Ya casi estoy convencida. Incluso miro hacia la mesa donde está el paquete de cigarrillos. Uno de vez en cuando no es malo. No pasa nada. Convencida, sí.

Entonces el angelito y el demonio dejan de ser pequeños y diminutos encima de mis hombros, y el demonio o el ángel,…realmente va vestido igual que yo,…aparece a mi misma altura y me da tres voces y me zarandea asustándome realmente: “Pero tú eres gilipollas???¡¡¡ Imbécil¡¡, Desgraciada¡ Después de que llevas una semana sin fumar y estás embarazada. ¿No eres capaz de dejarlo aunque sean nueve meses, coño? ¿No puedes hacerlo por ti? ¿No puedes hacerlo por el bebé? Egoísta de mierda¡ Vas a estar encadenada al tabaco toda tu vida¡ Ni se te ocurra fumar, imbécil¡¡”

Y entonces no fumo. Me quedo asustada y sin habla mirando al suelo avergonzada. Y luego…levanto la cabeza un poco. Me miro y sonrío porque he conseguido vencer el impulso de fumar.

Visto de fuera da un poco de miedo, la verdad. Visto de dentro también.

Pero al menos esta Mercedes Milá mala que me inventé me mantiene sin humos sin demasiado estrés. El tabaco no es sano, pero esto creo que tampoco.

EL SENEGALÉS

Hoy es el sexto día de aislamiento después de la visita de una gripe sin medicación que me tiene en estado vegetativo, con fiebre, mocos, toses, cefaleas, dolores óseos,…en fin…

Qué duro es estar malita sin antibióticos, antivirales, antihistamínicos, antiinflamatorios,… ¡ Con lo fácil y lo rápido que era todo con el uso de drogas de dentro y fuera de la farmacia.

Pero tengo que conformarme con zumos, pucheros, sopitas, leches y mieles, que quizás reconfortan pero no sanan.

Lo que pesa el cuerpo aun perdiendo peso¡

Lo que pesa la fiebre aunque sean décimas¡

Lo que asfixia mi casa sin el aire entrando por las ventanas y puertas¡

Qué chico es el mundo entre cuatro paredes¡

Qué despacio va el tiempo cuando no pasa nada¡

Qué aburrida la vida cuando sólo se duerme y ni siquiera se sueña¡

Hoy después de esta pesadez , donde no tengo más de media hora de actividad al día, donde los ojos se me entreabren sin atreverse a abrir del todo (para ver qué?), donde el cuerpo se me derrumba donde caiga,…. Hoy abrí el correo, como siempre, y un amigo me envía unas fotos de unos compañeros senegaleses que nos visitaron en el trabajo.

Para una vez que yo no estoy, para una vez que estoy de baja, para una vez que falto,...hemos tenido la visita de un senegalés (eran más, pero me centro en uno) impresionante. Tan impresionante como para abrirme los ojos, enderezarme el cuerpo y bajarme la fiebre después de tanto días. Un senegalés polígamo guapísimo de la muerte con el que yo he soñado muchas veces y con el que sueño hoy esta vez despierta.

Y ha estado 3 días. 3 días¡ 72 horas¡ Y yo mientras tanto aquí durmiendo y tosiendo como una imbécil durante 72 largas horas.

He llamado a mi amigo enfadada. ¿Cómo no me avisáis de estas cosas? Me hubiese quitado la gripe. Sí, ya sé que no está bien follarse a un negro semejante en mi estado. No pensaba hacerlo. Pero no todo es follar. Sólo la fantasía de ser la cuarta mujer en el harén de mi senegalés me hubiese alegrado esta semana tan pesada que llevo. Sólo el hecho de tontear un poco le hubiese dado vida a esta semana de muerte.

Estoy cayendo en algo importante. ¿Vuelvo a tener deseos? ¿Vuelvo un poco en mí? ¿Voy a tener un segundo trimestre caliente? Miedo me da¡

35 AÑOS PARA EL CORAJE

El coraje cumple 35 añitos. Y se ha vuelto bueno y hace una celebración tranquilita acorde a las preñadas que le acompañamos y le queremos, sin alcohol, con comida y con sol.

Que de malos ya ellos solos lo celebran por las noches. No les queda otra.

Una pena separarse de los Coraje en una época en la que ya casi me habían adoptado y tenía una cama en el porche y un sofá en el salón. Hasta la estufita en la calle me ponían para que pudiera fumar y seguir allí sin inventarme excusas para largarme. Que ya casi a diario fingía una lavadora sin poner o la calefacción encendida. Ya ves lo que me importan esas cosas¡

Una pena separarme ahora que el Coraje ya parecía que me estaba cogiendo cariño y no me ponía a caldo en el blog de madrugaba, ni me daba cervezas abiertas de 3 días, ni me embotaba la cabeza con almirantes de poca monta, ni me revolvía el estómago con tetrabrick de tinto pasados a botellas de Riojas de reserva,…ni me proponía conducir de madrugada con copas, ni me engañaba tanto en el peso de las cosas, ni me robaba ni me mentía,…bueno…casi.

Lo felicito y lo beso ya desde casa y a través de la red, que las noches me dan sueño..., y en próximo 36 ya nos tomamos los rones en el porche aunque sea con los walkie-talkies pegados a la oreja y corriendo pa´arriba en cada llanto.

Eso si después me vuelve a coger cariño, claro. Que está complicado.

Felicidades, guapo.

DESAYUNO...SIN DIAMANTES

Hoy, por primera vez desde mi nuevo estado desayuné una piel más nutritiva que las manzanas, una saliva con más vitaminas que el zumo de naranja, unos besos más sabrosos y más dulces que el mejor pastel de la mejor pastelería.

Hoy, después de unos días con nauseas por las mañanas, me levanté con hambre y me prepararon un desayuno bueno, bueno, como los platos del Arguiñano. Y a pesar de la hora tan oscura aún, sin lonchas de sol colándose tras las rendijas de las persianas,…no me pudo el sueño en todo el día y me activé tras mi actimel matutino natural y sin aditivos.

Mi desayuno no necesita de diamantes para sentirme Audrey Hepburn por un día.

No es que me vuelvan a poner los desayunos variados y los buffetes... No es mi momento. Mi Lola, que así se llama hasta que una ecografía más tardía me obligue a buscarle un nombre más varonil, me hace ser fiel después de tanto tiempo a una sola piel... Si no, vomita.

PECHOS

Dejé de centrar mi atención en las caderas para centrarla en el pecho.

Queda feo que lo diga yo… pero tengo unos pechos impresionantes.

Al principio me agobié porque pensé (y aun pienso a veces) que esto sigue y sigue creciendo y no tiene límite. Me imaginé a los niños y no tan niños señalándome en la calle y diciendo Ohhhhhh¡¡¡ al verme. Pero no un Oh sólo, sino ese oh que lleva “g” e incluso “r”, ese oh basto de impresión exagerada: Oggggggggrrrrrhhh¡. No sé si soy capaz de transmitirlo.

Pero hoy no llega a la exageración pero sí a la exhuberancia. Es como si se hubieran hinchado y levantado al mismo tiempo. Y a mí que los vaqueros ya me aprietan y me niego a perder el glamour con gomas sujetándome el botón para que me cierre…salí a comprarme vestidos que disimulen las caderas. Y no sé, pero como los cuellos vueltos me dan urticaria, no encontré o no quise ver un término intermedio y elegí escotes que nunca lucí ni luciré en ninguna etapa de mi vida con tanto esplendor.

A veces hasta me avergüenzo ante las miradas de los demás al quitarme el abrigo. Pero se me pasa.

ORDENANDO...

Cuando intento poner orden, descubro el desorden que escondía.

En todo. En los armarios, en la cocina, en el despacho, en los papeles, en los libros, en la comida, en las fotos, en la música. En definitiva…en mi vida.

Este sueño me descubrió que hacía años que no dormía. Esta hambre, que hacía mucho que no comía. Este silencio, que hacía tiempo que no escuchaba. Esta paz, que hacía siglos que no me relajaba.

Si miro hacia atrás, no sé poner inicio al caos, se me va atrasando demasiado en el pasado y no recuerdo,…

Hoy me tocaron los armarios. Acepté, después de un fin de semana de enfados frente al espejo, que ya no tengo la misma talla. Que subí.

En el más o menos orden de los armarios, bajo esa apariencia casi ordenada,…descubro un desorden entre tanta ropa, entre tanta talla tan distinta en tan poco tiempo…que fui adelgazando mucho y perdiendo muchas cosas además del peso.

Hoy quiero recuperarlo todo, recuperar al menos lo que perdí de bueno, lo que perdí de inocencia, lo que perdí de calma, lo que perdí de sentido común,… Y quisiera también recuperar la alegría, que nunca me quejé de su falta, pero que últimamente estaba aliñada con condimentos, se disfrazaba, se inventaba,… Y la alegría, la risa, la exaltación, la diversión, las ganas, el entusiasmo, el disfrute,… es mucho más difícil sin fiestas, sin alcohol, sin juergas, sin drogas,… sin máscaras, sin caretas.

Hoy ordené los armarios...y así también intento ordenar mi vida. Ahora que pierdo la talla,…y pierdo un poco también el egocentrismo, la vanidad, la chulería…y que miro más hacia adentro que nunca.

GOOGLE

Y como no podía dormir...me levanté y me metí en Internet y tecleé en el Google "Embarazo e insomnio". Y me relajé al leer. Y luego puse "Embarazo y alimentación". Y bien. Y luego "Embarazo y tabaco". Y entonces me puse a llorar.

Porque creo que me metí en la página de Opus Dei, en la página de los antitabaco, en la página de las malas conciencias, donde unas letras enormes con voz de hombre malo malísimo me gritaba: NO FUMES¡ NADA¡ NI UNA CALADA¡ EL NIÑO SE MORIRÁ¡ ABORTARÁS¡

Y me asusté mucho, que estoy muy sensible. Y lloré de sueño, de susto y de pena porque me sentí mala madre sin ser madre siquiera pero sí mala. Porque no dejé de fumar del todo y cuando la ansiedad me aprieta mucho fumo.

La médica de cabecera me ha quitado la ansiedad del cabrón de Internet de esta mañana, que es peor que la ansiedad del tabaco.

Ya no me meto más en Internet para estas cosas.

Bueno...quizás teclee "Embarazo y Sexo" cuando se me pase esta apatía sexual, o mas bien,...esta antipatía sexual que me tiene asombrada.

INSOMNIO

Este niño me hace sentir muy bien, me aporta risas y actividad, me ha puesto más guapa, más simpática, más amable,…es genial.

Pero me despierta a las 5 de la mañana todos los días. Me acueste a la hora que me acueste. Las 5 de la mañana. La hora a la que desayunaba la Porteña. La hora de visita de los que tenían licencias. La hora de los malos, la hora del pecado, de hora de las brujas, la hora de los placeres,...

¿Me querrá decir algo con esto? ¿Esperará a alguien? ¿Esperaré yo sin saber que espero?

Este insomnio de las 5 hace que por las tardes me sienta en estado vegetativo. Pero…¿ qué cosas interesantes he hecho yo nunca en las tardes? Sin embargo,…de madrugada,…

Este niño es hijo de la Porteña.

MI ÁNGEL

El día de la boda de mi Travolta conté que un tipo me recogió en una carretera oscura y me llevó a un hotel casi tan oscuro como la carretera para ponerme a salvo. Lo bauticé como mi ángel de Autopista hacia el cielo.

Semanas más tardes, en el mismo pueblo pero a mediodía, con sol, y una carretera más transitada, yo me dirigía a hacerme la prueba nº 4 que dio positiva cuando un tipo paró su coche, me miró, me sonrió y me preguntó ¿te llevo?.

Yo lo miré asombrada y dije que no con la cabeza. Pensé “la gente está flipá…”.

Hoy, no sé por qué, lo he vuelto a recordar y he caído en la cuenta de que el coche era el mismo y que quizás el tipo también. Y he pensado que quizás yo, que ya era buena sin saberlo seguí adelante ese día sin montarme en un coche ajeno, pero que la Porteña, a la que no he vuelto a ver desde entonces, seguro se montó con él. Que ella siempre se subió en los coches en mitad de la carretera.

Y mi ángel se la llevó de paseo para que yo pudiera disfrutar durante 9 meses sin que la Porteña me incitase en las noches al placer y a los vicios.

Mi Michael Landon por supuesto enmascaró su tierna cara que se le quedó tras la Casa de la Pradera y su apariencia era de chico malo. Si no, la Porteña no se abría subido nunca al coche y se lo abría comido de un bocado antes de la primera curva.

Me encanta la historia y es verdad. La realidad siempre supera a la ficción.

CINCO PRUEBAS

A pesar del retraso, del asco repentino a determinados alimentos, del cansancio tan exagerado, de otras muchas cosas,…me negué a hacerme la prueba para evitar ver el resultado, porque no quería saberlo, porque no quería despedirme de la Porteña, porque tenía mucho trabajo, porque no quería dejar de fumar, porque no me daba la gana, porque no, porque no, porque no, que me dejes, que me dejes, que me dejes,…le decía obsesivo mi yo a mi yo, no sé cuál bueno y cuál malo,…

Negar las cosas durante un tiempo lo puedo hacer mientras los dos Yos convivan en armonía, bueno,…en esa falsa armonía que últimamente lograba llevar sin grandes tragedias y sin pensar demasiado.

Al final, después de somatizarlo todo con una lumbalgia tensional en la espalda que no me dejaba moverme,…decidí hacerme la prueba. Pero como a mí el destino me quiere y me echa una mano cuando me ve agobiada, el primer Predictor falló. Y mira que es difícil que salga defectuoso uno. Pues era éste. Y no salió la rayita de control.

A las 10 de la noche fue la segunda prueba, esta vez en Urgencias porque mi ansiedad aumentó de 0 a 100 en unos segundos y necesitaba saber.

La médica era…no sé cómo describirla. Primero me tomó por la madre de Suelen, que me acompañó, ya que la espalda no me dejaba andar. Vas a ser la abuela?- me dice la hija de puta para terminar de hundirme.
Luego me cantó una nana. La prueba negativa, pero ella seguía diciendo que era pronto y que seguro que sería positiva. Otra nana, niño o niña, qué alegría,…mientras yo la miraba asesina y Suelen me arrastraba para salir de allí antes de la explosión de ira. Al menos me regaló otra prueba.

Ésta, la tercera, tardé 2 días en hacérmela. Y cuando lo decido, de madrugada casi, que aún ni había amanecido, después de mil vueltas en la cama, me levanto después de verter la orina de la mañana en el botecito, qué asco¡, abro la bolsita de aluminio y me encuentro con un test distinto a los de la farmacia…¿esto cómo es?. Nerviosa, sin instrucciones, lo metí entero dentro mosqueada con Murphy y su puta madre,…coño,…qué mala suerte, joder¡¡,…

La cuarta prueba ya no admitía más dudas, y mientras la compañía me besaba, reía y gritaba,… yo aún permanecía sentada en el water con las bragas en el suelo del susto y miraba las 2 rayas sin saber qué hacer, y a las que estaban contentas sin yo estarlo aún, sin saber de su alegría y sin salir de mi consternación.

La quinta prueba fue el día después y a pesar de saber cuál sería el resultado, fue en la que estuve más nerviosa, más amocionada y también más feliz por el resultado.

También la hice para guardar las 2 rayas como recuerdo. Estas rayas sin billetes enrollados…me ponen¡¡¡

CAMBIO DE HÁBITOS

Cambio las noches por los días, el ron por el zumo, las tapas por los platos, el café por la leche, los amantes por los amigos, los vicios por lo sano, el infierno por el cielo, los polvos por los abrazos,…

Me levanto a la hora que antes me metía en la cama, o aún más temprano, y sin acompañantes que me abracen pero sintiéndome abrazada. Y al despertar sueño en vigilia y me gusta, y me quedo un rato soñando y sonriendo y me levanto antes que el sol.

Me gusta desayunar entre músicas suaves y libros que invaden la mesa del salón. Con las piernas cubiertas con una mantita, que a esas horas hace frío aún.

Y hago un segundo desayuno, que ya pasaron muchas horas, pero éste al sol, que aún en Noviembre luce radiante y me pega en la cara y me guiña los ojos y me llena de luz y me carga las pilas, y me hace feliz.

Y me descubro sonriendo cuando alguien me mira emulándome y me sonrojo sin dejar de sonreír.

Y me siento estimulada sin estimulantes, y relajada sin relajantes, y dulce sin edulcorantes,…y enamorada sin enamorado, y afortunada sin premios, y poderosa sin posesiones, y segura sin corazas, y rica sin dinero, …y todo me gusta más que antes, y todo me parece más bonito, y me emociono con más facilidad, y me conmuevo y me siento tierna.

Cambié de hábitos en la primera acepción y lejos de asustarme y aburrirme y echar de menos a la Porteña y a sus ligues,…me quedo con mi sonrisa y mi soledad acompañada de mucha gente a la que quiero y que al mirarme,…también sonríe.

Pero no despido a mi Porteña que tantas alegrías me ha dado, sólo le doy vacaciones un tiempito pero espero que vuelva a mi vida en un tiempo prudencial. Y si no, yo misma iré a por ella y la traeré conmigo aunque sea a rastras.