sábado, 23 de febrero de 2008

LLUEVE

En 5 meses he puesto 12 kilos. Quizás algo más en dos días que llevo sin pesarme.

Es impresionante¡¡¡ Pero creo afirmar sin equivocarme que al menos 4 de los kilos son de pecho que crecen como la carne loca. Al izquierdo ni le hablo, por su afán de protagonismo ante su compañero. Y sé que ya nunca volverán ni siquiera a dónde estaban, que no era demasiado alto.

Los otros kilos están en la zona abdominal, a lo largo y a lo ancho, porque no sólo me creció la barriga, sino que las caderas han tomado un espacio que no les corresponden.

Me es imposible moverme con normalidad con este espacio de mi espacio ocupado. No sé cómo la gente puede hacer vida normal en este estado, pero ya a mí me resulta complicado levantarme, calzarme y esas cosas que antes hacía sin dificultad.

Mi naturaleza exagerada hace que parezca que no es para tanto. Y seguramente no lo sea. No lo es, no lo es,… Sólo que hoy el día es triste, llueve, hace viento, y me apetece chimenea y vino y guitarra y vino y amigos y vino,… y no puedo beber y olvidarme de este invierno que vino hoy así de repente. Hoy además, que me llamó a las 7 de la mañana el niñato, el niñato inicial, el niñato guapo ese que asaltó un día la primavera…

Yo estaba ya levantada. Me sorprendió la llamada. Ni siquiera recordaba el nombre. Pasó tanto tiempo, pasaron tantas cosas,…y al pobre se le cortaría todo cuando le dije que no estaba yo mucho pa follar en este estado.

Otro que me borró de su agenda por fértil. Tendré que empezar a construir otra después de parida.

Menos mal, después de todo, que la etapa de promiscuidad anterior me ayuda en el ayuno sexual de estos meses.