jueves, 25 de octubre de 2007

AGOTADA

Estoy muy cansada, pero esto me parece mucho mejor que estar encerrada, inmóvil y sin hacer nada.

Parece de madrugada y sólo son las 22:30, pero es que los días son tan largos¡…, caben tantas cosas¡…, tengo tantas cosas en la cabeza y hago tantas cosas en un día que parece que se me uniesen dos de golpe en cada uno.

Deseo que me llegue el fin de semana para tumbarme y morirme un rato, pero luego…los viernes… se me olvida este agotamiento, esta flojedad, este sentirme desfallecer…y me activo, me estimulo, me entra tanta prisa repentina por vivir, me acelero tanto… que vivo menos, porque enseguida me quedo al ralentí, me voy reduciendo, y me siento frenar cuando el trabajo o la vida me exige meter otra marcha para no llegar tarde.


A así voy semana tras semana, hasta que me gripe el motor éste al que no cuido ni paso por inspecciones técnicas, ni reviso los frenos que a veces no frenan, ni uso anticongelantes y me congelo, ni miro los filtros, ni los neumáticos, ni nada,…

De vez en cuando abrillanto la carrocería para quitarle el mate del tiempo, otras le pongo tunning para parecer más joven,… le compro los mejores accesorios,… pero se me olvida que la carrocería al final es lo de menos y que cualquier día me quedo tirada en una carretera secundaria sin que pase un cristo.

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Ya sé que es desolador el texto, pero no es por tristeza, ni por desconsuelo,…es por el sueño que tengo y por lo que me pesa los viajecitos de la semana y la vuelta al curro… Y sobretodo para recordarme al leerme que estoy agotada y que este finde paro y me cuido un poco.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A ver si es verdad y no te leo el sábado o el domingo contando un polvo, una noche de ron o una historia parecida.
Cuidate, bonita. Todo lo malo pasa

Anónimo dijo...

SI ME VES CANSADO

Si me ves cansado, fuera del sendero,
ya casi sin fuerzas para hacer camino...
Si me ves sintiendo que la vida es dura,
porque ya no puedo, porque ya no sigo...
Ven a recordarme cómo es un comienzo,
ven a desafiarme con tu desafío.
Muéveme en el alma, vuélveme al impulso,
llévame a mí mismo...
Yo sabré entonces encender mi lámpara
en el tiempo oscuro y entre el viento frío
Volveré a ser fuego desde brasas quietas
que alumbren y revivan mi andar peregrino.
Vuelve a susurrarme aquella consigna
del primer paso para un principio.
Muéstrame la garra que se necesita
para levantarse desde lo caído.
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Anónimo dijo...

Qué triste la Ninita¡
A ver si viene la Porteña y te anima un poco.
O la flecha. ¿Aonde anda?