martes, 22 de julio de 2008

EL PARTO

Haciendo honor a su madre, el nene decidió empezar la lenta salida un viernes a las 4 de la tarde, justo cuando yo antaño empezaba las mías, y nació la madrugada de un lunes a las 5:55, justo también cuando yo decidía que el fin de semana se acababa.
Dicen que las mujeres segregamos una hormona que hace que se te olviden los dolores del parto. En mi caso no ha sido así. Duele. Duele mucho. Duele que te cagas.
Yo lloraba diciéndole al matrono que no podía más y él me miraba como diciéndome "pues nada, vete" Pero irse a casa con las contracciones no mola, así que me quedé. Juro que si en ese momento hubiese podido decidir hubiese dicho "vale, paso. No lo tengo. Me rindo". Pero por supuesto no fue así y me alegro tanto¡¡¡
Sin duda es lo mejor que me ha pasado y soy feliz, a pesar de los los puntos, de las hemorroides y de la falta de sueño, de estar hoy en día con el que sin duda es el hombre de mi vida que me enamoró a primera vista.