lunes, 24 de septiembre de 2007

LA PUTA SABE NADAR

Cambio de entrada mientras almuerzo y sigo, que hoy tengo un día espantoso y tengo que economizar el tiempo. Y lo hago para dejar atrás “la puta al río”, para que mi ilustrador me ilustre con ganas, para no despertar tristeza en ningún lector, para que nadie me pregunte cómo estoy cogiéndome del brazo.

Porque estoy bien, muy bien, y no estoy triste. Ya no. Y reconozco el dramatismo en la historia anterior y lo siento. Pero no fue tan dramática la situación como lo soy yo, como la viví yo sobretodo el día después.

Al fin y al cabo, yo tenía que haber sido más explicita y el chico al final se disculpó por la insistencia y aceptó lo inevitable. Pero ya está. No quiero mirar atrás. Punto final.

Porque al final, no pasó nada espantoso, la puta sabe nadar en aguas más turbias que ésta, sabe nadar a contracorriente, sabe nadar estilo mariposa, braza, de espalda,…y si a veces se cansa y cree que no llegará a la orilla, y que se ahoga, siempre, siempre, hay alguien que le lanza un salvavidas.

No sé si me hice la muerta en la entrada anterior, pero ya estoy corriendo y por la arena, que me gusta más que el cemento.

Además tuve muchas manos donde agarrarme, y al final de la noche hasta mi flecha me hizo el boca a boca y comprensiones cardiacas y no cardiacas, reanimándome por completo.

Así es que de aquí en adelante voy a dramatizar sólo con lo realmente dramático, que esto ya no me lo parece.

El olor a mierda se fue enseguida, dejándome otros olores mejores avenidos, los dolores del hormigón los cambié por agujetas en otras zonas,… que he puesto un gimnasio en casa de madrugada y va con invitaciones selectas.

Me compré más bragas y a veces ni me las pongo, y no pienso permitirme pensar en un polvo para escribirlo en el blog, aunque por supuesto voy a seguir follando si tengo ganas y un con quién que me motive.

Ya no estoy de rebajas, ya no me vendo, ya se acabó, que como dije hace tiempo soy estacional, y la primavera pasó hace meses, y el verano acabó ayer y empezó una nueva estación justo a la misma hora que el hombre flecha salía por la puerta. Qué casualidad¡¡

Este otoño no me parece que empiece mal, no quiero que me cambie el color ni que se me caiga ninguna hoja, ni mucho menos el ánimo, no voy a permitir que la lluvia me estropee ni un solo día y no voy a dejar de quitarme la ropa de vez en cuando, por mucho frío que haga.

Aunque ahora parezca tan optimista, seguro que me cambia el humor, pero bueno…con eso cuento.

Me acuno en las cunas de las que me cantan nanas, me abrazo al abrazo de los amigos, me acerco al calor que no es de invernadero, me agarro las flechas que dan placer, me quedo con los besos de los que me besan bien, …me cambio de entrada cuando me cambia algo en mi vida.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso es...

Ya vuelves en tí...

Anónimo dijo...

Nina:
estar triste no es malo, despertar la tristeza tampoco, que la gente te quiera tampoco.
No corria tanta prisa el cambio de entrada, que verte deprimida de vez en cuando te hace más humana.
Aunque me alegro de tu cambio de humor

Anónimo dijo...

Mejor reir que llorar,
no es necesario sufrir,
aunque tormentas han de venir,
el sol volverá a brillar.

Anónimo dijo...

Me alegro de tu cambio de humor. Espero que los que te abrazamos hayamos tenido que ver un poco. Pero esa flecha tuya...

Anónimo dijo...

ole tu, esa es la actitud ninalola, el oto�o es una estacion preciosa con sus tormentas tremendas y todo...todos mis besos en esta luna llena.