viernes, 16 de noviembre de 2007

PECHOS

Dejé de centrar mi atención en las caderas para centrarla en el pecho.

Queda feo que lo diga yo… pero tengo unos pechos impresionantes.

Al principio me agobié porque pensé (y aun pienso a veces) que esto sigue y sigue creciendo y no tiene límite. Me imaginé a los niños y no tan niños señalándome en la calle y diciendo Ohhhhhh¡¡¡ al verme. Pero no un Oh sólo, sino ese oh que lleva “g” e incluso “r”, ese oh basto de impresión exagerada: Oggggggggrrrrrhhh¡. No sé si soy capaz de transmitirlo.

Pero hoy no llega a la exageración pero sí a la exhuberancia. Es como si se hubieran hinchado y levantado al mismo tiempo. Y a mí que los vaqueros ya me aprietan y me niego a perder el glamour con gomas sujetándome el botón para que me cierre…salí a comprarme vestidos que disimulen las caderas. Y no sé, pero como los cuellos vueltos me dan urticaria, no encontré o no quise ver un término intermedio y elegí escotes que nunca lucí ni luciré en ninguna etapa de mi vida con tanto esplendor.

A veces hasta me avergüenzo ante las miradas de los demás al quitarme el abrigo. Pero se me pasa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Anda ya tonta!!!

Disfruta de todo lo bueno que te trae tu estado y déjate de tonterías.

Caderas???

Pechos???

... Y lo que te queda... Cintura, barriga... No te imaginas lo que un cuerpo puede dar de sí. También te digo que es la sensación más placentera que jamás sentirás. Es inesplicable, ya me contarás, por eso te digo que disfrutes de cada cambio que tengas. Ni pechos, ni caderas, ni ná.

Ahora, de aquí a un par de años...

Ja ja ja...

Besotes guapa, que te quiero un montón.

Anónimo dijo...

Ole ese ánimo ese cambio de centro de atención¡
La preñá más exuberante¡
Verte es un gusto, pero...se puede tocar? Sin fines sexuales, sólo por curiosidad.