sábado, 17 de noviembre de 2007

DESAYUNO...SIN DIAMANTES


Hoy, por primera vez desde mi nuevo estado desayuné una piel más nutritiva que las manzanas, una saliva con más vitaminas que el zumo de naranja, unos besos más sabrosos y más dulces que el mejor pastel de la mejor pastelería.

Hoy, después de unos días con nauseas por las mañanas, me levanté con hambre y me prepararon un desayuno bueno, bueno, como los platos del Arguiñano. Y a pesar de la hora tan oscura aún, sin lonchas de sol colándose tras las rendijas de las persianas,…no me pudo el sueño en todo el día y me activé tras mi actimel matutino natural y sin aditivos.

Mi desayuno no necesita de diamantes para sentirme Audrey Hepburn por un día.

No es que me vuelvan a poner los desayunos variados y los buffetes... No es mi momento. Mi Lola, que así se llama hasta que una ecografía más tardía me obligue a buscarle un nombre más varonil, me hace ser fiel después de tanto tiempo a una sola piel... Si no, vomita.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué hambre da leerte por la mañana. Yo también quiero desayunar algo parecido.
Alimentate bien, que es importante.

Anónimo dijo...

uy, uy, ¿a quién desayunaste? ¡Qué gusto¡ ¿Es conocido?

Por cierto, ¿Lola? ¿Y Candela?