TERMITAS

Al principio parecían simples hormigas. Después muchas tenían alas. Cada vez eran más. Algo de serrín bajo la puerta de la cocina. Algunos me decían “Son termitas”. Pero yo negaba. No, no…las termitas son un rollo. Son hormigas.

Pero me metí en Internet y tecleé en el Google “hormigas con alas”, y ponía “no confundir con la termita alada”. Pincho. Y allí estaban las fotos de ambas. La termita alada. Era ella. La de mi casa. Pero en mi casa hay muchas clonadas, igualitas a la de la foto. La negación tiene un límite. Estaba allí con cara de termita mirándome al sentirse descubierta.

Trámite: llamar al ayuntamiento, hablar con medio ambiente, control de plagas…”Vamos para allá”. Y yo también voy, porque llevo 5 días de sin ir en casa, y llego cargada de libros y de ropa sucia, de bolsas,…y el cazatermitas me dice que tengo que irme, que van a fumigar.
Y otra vez para fuera, sin ropa, que estaba toda sucia. Cogí un libro y el bolso y ya está.

Todo el día como una sin techo. Comí en casa de Suelen, como siempre, hice la compra en el Mercadona, fui a ver a mis padres, me tomé un café con mi hermano, quedé con un amigo, estuve con la señora de Coraje tomando algo, limpié el porche, regué, fui de compras,… La de cosas que se pueden hacer en una tarde, así, sin motivación, sin drogas, sin ganas,… la de horas que tiene un día cuando no te derramas en el sofá, que es lo que yo quería, que estoy muerta de cansancio, que llevo 2 semanas como puta por rastrojo, que arrastro los pies porque no tengo fuerzas para levantarlos del suelo, que estoy mala de acostarme, que no puedo más,…

Y llego y me pongo a recoger termitas muertas, a matar las supervivientes, a ventilar, a guardar la compra,… Y me acuesto, me tiro, me caigo, me arrojo, me vierto en la cama como desmayada y pienso: “menos mal que la desgana es general y la líbido está por debajo del suelo, que si no sueño que me follan las termitas”.

Pero ni siquiera sueño. Ni con eso ni con nada. Porque hasta el sueño está cansado y no tiene fuerzas para soñar.