martes, 1 de mayo de 2007

CUMPLEAÑOS... FELIZ? segunda parte

La historia con el pollón empezó hace 7-8 años y terminó como el resto de las historias de mi vida.
Lo conocí después de que su novia lo dejase. Él decía que ya lo había superado, pero no dejaba de hablarme de ella. Me dice que se está enamorando de mí y hace lo posible para que yo le corresponda. Me seduce, me ilusiona, la ex le dice que quiere volver, él me dice que cree que sigue enamorado de ella, me deja, me pide disculpa por los daños si lo hubiere, quedamos como amigos, buen rollito, ya nos veremos¡

LA HISTORIA DE MI VIDA. Otra vez¡ Aquí ni siquiera fue doloroso porque no me dio tiempo a enamorarme.

Lo volvió a dejar la novia, y nos vimos alguna vez, pero sólo de vez en cuando y para echar un polvo. Yo le decía el pollón por razones obvias.

Hacía como tres años que no lo veía, y me lo encontré a las 5 de la madrugada de mi cumpleaños. Él es un poco creído, el lindo, y se me vende como el mejor regalo de cumpleaños. Me dice que me vaya con él. No estoy muy segura, pero me voy.




Un poco desastre, le verdad, con el día tan bueno que llevaba.

El gilipollas me llevó por la autopista a 160Km/h sin ponerse siquiera el cinturón, me metío en una casa en el campo sin luz ni agua, con un gallo que no paraba de cantar.


Me folló de una forma muy agresiva. A mí me dio un poco de miedo la agresividad y me puse a acariciarlo como si lo quisiese, como en plan “No me hagas daño, cariño, que yo te quiero”. Y yo lo que quería era irme de allí.


Él seguía excitado. Yo estaba muerta, 12 horas de pie y bebiendo y bailando, con la edad que yo tengo¡¡ Me acordé de una bolsita que me habían regalado de medio gramo de algo que dicen que excita. La saqué. El tío se puso muy contento. Se excitó más. A mí me despertó un poco, pero para nada. Eso es una mierda, porque te excita mucho pero te puedes llevar 5 horas follando sin correrte. Y yo no tenía cuerpo para 5 horas. Y me dolía la cabeza. Y el gallo no paraba de cantar. Y tenía la boca seca. Y no había agua. Y me dolía todo el cuerpo.


Al final, el tío me llevó a casa a las 10 de la mañana, y para terminar el día me pide 20 euros contándome una historia de mentira de la tarjeta del cajero, que se le perdió,…

No me gusta que me tomen por gilipollas. Se lo dije: “No me parece normal. Llevo años sin verte. Te veo, me sangras el tabaco, una copa, la bolsita, me llevas con conducción temerosa hasta el puto campo sin agua y sin luz, te tomas el puto medio (porque se lo acabó en 2 tiros el muy mamón antes de montarse en el coche) y ahora me pides 20 euros. Y encima no me he corrido, hijo de puta”.

Él muy imbécil no se lo creyó. ¿Cómo no iba a correme con la polla que él tiene?. Se sonreía el maricón como diciendo ¡No es posible¡

Le dí los 20 euros y me fui.

Cada vez estoy más convencida de buscar los servicios de un profesional para determinadas cosas. Que cualquiera se cree con derecho a chulearme por nada¡¡

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