jueves, 12 de febrero de 2009

Y SI ACASO...FOLLAMOS

Desde que me quedé embarazada, mi vida sexual no es que haya cambiado, sino que ha desaparecido por completo.

Primero, por lo sórdido que resulta una barriga de otro, y una vez parida, por el respeto que causa una mujer con niño.

Yo además, no salgo, y no tengo muchas posibilidades de conocer a gente nueva. Y en lo que respecta a mis amantes ocasionales, a algunos los perdí a causa del embarazo y a otros por causas ajenas a éste que no merece comentar.

Además, yo ya tampoco meto a cualquiera en casa sin ser colega y sin que nos quiera aunque sea un poco a mí a mi niño, por lo que la lista se reduce una barbaridad.

A mi Edipo chico no le gustan mucho las visitas nocturnas. Es celoso. No sé a quién sale, pero es celoso. Se queda mirando al intruso en la noche tras los barrotes de la cuna y protesta ante cualquier movimiento extraño que no reconoce y le resulta insólito.

Mira mucho de forma intensa. Incluso te corta. Y si sigues moviéndote llora y se queja e interrumpe el coito incluso antes del coito.

Coitus imperruptus una vez, y otra, y otra,… hasta que lo coges y sigue quejándose aun en brazos hasta que el intruso desaparece. Ahora bibi, para que el niño pase el sofocón, te metes en la cama con él, para que se relaje y se duerma, que tarda más que nunca, te quedas media dormida con él mientras el otro pasa a la habitación de al lado, el niño se duerme, lo pasas a la cuna y te pasas tú también a la habitación de la visita.

Pero ya son las 3 de la mañana, una vez que tienes la rutina de acostarte a las 10. Llevas 20 horas levantada, has bebido vino en la cena, te han interrumpido el coitus 4 veces, sabes que te quedan 4 horas máximas de sueño,… No hay líbido que aguante esto sin excitantes. Cualquier postura te resulta un deporte de riesgo en esas condiciones. Follar con una muerta sin ser necrófilo no mola.

Así que paso de hacerme ilusiones, de pensar en lo que podría haber pasado y no pasó, de cambios de turno en el curro y de depilaciones de última hora. Quedamos para un café, para una copa, para cenar, … Y si acaso…follamos. Pero así..., sin pensarlo..., como quien no quiere la cosa y te lo encuentras por sorpresa. "Uy, qué guay, que ayer follé¡¡¡ " Es mejor que "El niño coraje y yo más".
Cambio la perspectiva par seguir viendo el vaso medio lleno, que medio vacío nunca me gustó.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca han dado resultado o buen resultado las citas con premeditación y alebosía. Las mejores siempre han sido las improvisadas, las que surgen solas, las de aquí te pillo, aquí te ... "follo". En cuanto a tu Edipo chico (me encanta) ya se acostumbrará.
- Es qué mi gordo (mio también es) es mu´chico!
Sigue, insiste, vuelve a intentarlo que el que la sigue la consigue.

Anónimo dijo...

Hoy, con el vaso más lleno que el día que escribí esta entrada, pienso que para reducir la frustración sería bueno quedar para follar y ya si acaso...cenamos.

Anónimo dijo...

Si ya es difícil de por sí, follar con quien vives cuando tienes hijos, imagína si no convives con quien pretendes follar. Eso es cási un milagro. De todas formas si das con la fórmula cuentamela porfa..

Mael