martes, 21 de agosto de 2007

LA BICHA


He tardado en contar esto, porque no estoy orgullosa de esta relación ocasional, sobretodo porque íbamos de copas hasta el culo y algún otro excitante, que al día siguiente me sirve como atenuante y me ayuda un poco a sobreponerme.

Fue una de estas borracheras que al día siguiente te avergüenza recordar, que te deja unos días encerrada en casa, sin coger el teléfono, sin abrir los mensajes, que te dejan tirada en el sofá y que cada vez que te viene un recuerdo a la cabeza te tapas la cara y dices ¡Uyyyyyyyyy¡. Una borrachera de esas que al día siguiente no sabes cómo has podido llegar a esa situación pero sabes que llegaste, y hay siempre al menos una persona para recordártelo.

Como todos los líos de copas, de muchas copas, de muchísimas copas,…no acaba en polvo. No se puede. No hay erección, y si la hay, dura unos minutos, unos segundos,… No hubo penetración. Sólo felación. Y fue un cromo si me imagino viéndola desde fuera.

El chico es uno de estos que vacila de buen amante, de erudito sexual, de tamaño,…de todo. Y todo fue mentira. Hay que tener cuidado de no fanfarronear delante de cualquiera, que después viene la cualquiera y te desmonta la teoría. Pero bueno¡¡

Lo que me sorprendió es que parecía que era la primera vez en su vida que alguien le hacía una felación. Porque el chico se retorcía como una bicha. Primero en el suelo, revolcándose, arrastrándose, con los ojos vueltos, …y luego en el sofá alteradísimo, gritando, con las piernas encima de la mesa, que la tiró al suelo. Era una mezcla entre la Niña del Exorcista y el Increíble Hull, que en uno de los subidones, se agarró al sofá con todas sus fuerzas y se trajo de cuajo el reposa espaldas, o como coño se llame, que es enorme y pesa un huevo. Arrancó la cremallera y todo con un alarido que llegó al cielo y que me dejó en el sitio.
Pasé miedo, o susto, o algo parecido, porque los gritos y los revolcones me acojonaban un poco. Pero luego pensé: “Soy la caña de España¡¡¡”. Lo hago cada vez mejor. Y me subió la autoestima. Ya ves¡ Lo único que me faltaba a mí para reforzar mis conductas sexuales¡ Que si me lo creo, me agacho delante del primero que me guste¡

Es broma, es broma¡ Tengo que tener cuidado con lo que cuento, que de promiscua a puta hay sólo un eufemismo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nina: yo quiero también una felación a ver si es verdad que lo haces tan bien y me da un ataque de esos, que tiene que molar mucho que se te vuelvan los ojos y todo.
¿Qué tengo que hacer?

Anónimo dijo...

Querido Anónimo:

En primer lugar tendrías que dejar de ser anónimo. Tampoco es que necesite conocerte mucho y saber todo de tí, pero sí ponerte una cara y un cuerpo y un mínimo de conversación.

En segundo lugar, tendrías que gustarme. Aunque eso en algunos casos no se cumple. El alcohol a veces juega malas pasadas.Pero ayudaría mucho.

En tercer lugar, la higiene es fundamental. Cero incluso que pasaría al primer lugar.

En cuarto lugar, depende mucho de lo que tú esperes y de tu experiencia previa, y de cómo me coja a mí el día.

y en quinto lugar... la reacción de este chico no fue una reacción normal, es su excepcionalidad lo que me hizo incluirla en el blog.

Por lo tanto...no creo que merezca la pena ni siquiera el desgaste mental imaginándotelo. Tú verás¡¡

Anónimo dijo...

Cuando llegué a tu casa y ví a la bicha y el ambiente que había me pareció que estaba en la discoteca "Las Vegas". Pude percibir el calentón de la bicha y pensé en huir de allí lo antes posible, que para ser de sangre fría la bicha estaba a punto de explotar. Pero si a tí te valía...me parece muy bien