
Si miro pa´trás no me acuerdo.
Si sé que comencé el año nuevo como siempre, en casa de mis padres. Que ese año fue el primero que me tocó no beber en la cena pa llevar el coche. Que mi cuñado me dio la noche. Que empecé durando más que nadie, al igual que terminé el año anterior…, así que a medida que la gente me iba abandonando, yo iba buscando gente nueva, y así hasta que el mundo se acostó y me quedé yo sola.
Luego fue el episodio imborrable e incontable de la mala malísima que le dio por llamarme mientras el mundo seguía durmiendo para ponerme de vuelta y media y ella sentirse mejor, que no lo consiguió, y sobre todo para echarme todas sus maldiciones encima. Y eso,…no sé, pero alguna me llegó. Hija de puta¡¡
Empecé el año extraño y realmente ha sido extraño. Ni bueno, ni malo, sino original.
Enero y febrero están vacíos en mi recuerdo. Lo que realmente me ayuda a recordar es este blog que inicié en marzo, cuando aún el hippy coleaba en mis sentimientos. Y ya llovió mucho, y la lluvia se llevó el polvo viejo y trajo olores nuevos y renovados. Y menos mal que se llevó la melancolía que dejan los amores acabados. Y eso sí que no me volvió en este año y que agradezco enormemente.
Creo que es el año que menos sufrí por amor y eso en mí, tan dramática siempre, es una novedad. Será que me hice grande y dejé de creer en los cuentos de hada. Será que al desnudar a los príncipes, al quitarle las coronas y las ropas, me parecen tan chicos como yo, y no me asustan.
Todo lo que no escribí en el blog, que es casi todo, también lo recuerdo al leer lo que sí escribí. Por lo tanto, aunque a veces me enfadé conmigo por haber comenzado un diario en la red, ahora me alegro al leer y saberlo y sentirlo no como un diario sino como una serie de historias que entonces elegí contar y que la mayoría de ellas hoy me hacen sonreir e incluso reir a carcajadas.
El año me trajo más historias, más novelas y más cuentos, y convirtió mi vida en un cuento. Aunque no puedo ni quiero decir, con final feliz, porque espero que el final me quede lejos.
Pero sí me sucedieron muchas cosas muy lindas. Muy feas también. Pero hoy sólo recuerdo las lindas. Será que son las realmente importantes. Será que escogí para escribir un momento de calma y pongo todo en calma. Será que me cogió positiva. Será que estamos aun con esta navidad metida en el cuerpo, que te enternece y te hace buena. Será…